21 noviembre 2009

Sueño



He soñado contigo, eras hielo y fuego fatuo. Eras la concepción del universo. En mi sueño te aparecías sereno antes mí, y yo sólo era una idea, un surco liviano de tu infinita existencia. Me bastó con sonreir para conceptualizarme. Como concepto zizaguée a través de tí buscando materializarme en sentimiento. Llegó el caos. Caos como ausencia del orden preconcebido. Dejaste de ser hielo y fuego fatuo. Ya no eras universo. Yo dejé de ser idea y concepto.

Te convertiste en asterisco. Yo me convertí en suspiro, y mi aliento te voló en un círculo como reloj usado que ya no sabe medir el tiempo...

01 octubre 2009

Sueños que nunca terminan

Un pequeño texto. Una improvisación a las tres de la mañana. Bécquer decía que el poeta siempre ha de dejar pasar un tiempo entre la sensación y el sentimiento. En realidad no lo decía de esta forma, es una versión libre de sus palabras.* Yo he dejado pasar unos días entre el sueño (la sensación) y lo que me ha dejado cicatrizando (el sentimiento). Os lo regalo envuelto en papel celofán. Un poco desaliñado, tal vez, pero echénle la sal de su imaginación. Invéntense otro sueño diferente al mío, con el mismo traje. A ver si de esta forma puedo, al fin, cerrar los ojos y seguir... soñando.

"...la festa dels sentits ballant entorn a l'ànima,
ballant damunt la brossa a la llum de la lluna."

"Tot és així d'absurd. Tot és així a la fi."

Vicent Andrés Estellés

Tenía que ser en un sueño donde te encontrara, por fin, atento a los roces de mis labios en la comisura de tu mirada.
Tenía que ser en un sueño.

Ahora que el espacio y el tiempo se redimensionan y se amontonan en los espejos, no tiene ningún sentido hablar de sueños. La (i)-r-realidad, ése mecanismo estúpido del ser humano para esconderse y volcarse en un vacío yermo, no tiene nada que ver conmigo. Yo siento: aquí y ahora. Y si en mitad de ese vendaval, la causalidad resulta ser un poco más casual, la sensación de una caricia será la misma.

Si me tocas y cierro los ojos. Si cierro los ojos y me tocas. El orden de los factores no altera el producto. Yo multiplico sentimientos, no los encierro entre las cenizas de un cigarro a medias.

Aquella mañana me levanté con un beso que se enraizaba en mi mente. Nunca, hasta entonces, me habían besado. No a la manera del fuego fatuo de los cementerios, donde se guardan todos los recuerdos que los vivos (quiero decir, aquellos que aún conservan el aliento en un atisbo de esperanza) confian a los muertos. Recuerdo que me asusté. Fue intenso y fácil; y al mismo tiempo, tierno y difícil. Fue el apocalipsis que ha de preceder a la nueva era. Los muertos sin recuerdos lo llamarían sueño.

Aún me persigue aquella revelación. Tampoco la ignoro, ni la santifico. Dejo que cada dimensión haga de sí misma un juego.

Tenía que ser en un sueño, para dejarme abandonar a la deriva. Si hubiera sido de otra forma, hubiera sido un beso más de tantos besos que me han dado. Sin desmerecer ninguno, dándoles a cada uno de ellos su propia importancia. Pero fue de esta absurda manera, la más irrelevante de todas las maneras. Tenía que ser así para ser digno de mención.

Últimamente el vaso siempre está medio lleno cuando la luna me deja acunarme en su rincón de nanas. Y al despertarme, el Principito me saluda desde su pequeño planeta.

La Rose Bleue

“What if you slept?… And what if, in your sleep, you dreamed?… And what if, in your dream, you went to heaven and there plucked a rare and beautiful flower?… And what if, when you awoke, you had the flower in your hand?… Ah, what then?.” Coleridge
"¿Y si durmieras?… ¿Y si en tu sueño, soñaras?… ¿Y si soñaras que ibas al cielo y allí recogias una extraña y hermosa flor?… ¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano?… ¿Ah, entonces qué?…"

* Todo el mundo siente. Sólo a algunos seres les es dado el guardar como un tesoro la memoria viva de lo que han sentido. Yo creo que éstos son los poetas. Es más: creo que únicamente por esto lo son. (G. A. Bécquer; Carta literaria a una mujer 2)

08 julio 2009

Dolçor...

"Que las brujas sonrían a quemarropa..." Benedetti.

...para dejar sorprendidos a los noctámbulos que deambulan por la calles en busca de la tenue luz de luna que dejan entrar las farolas en la ciudad. Una ciudad en cuya memoria se pierden los vencidos, cuya ilusión empieza a renacer entre las ruinas de una guerra que parece que aún durará otros 70 años. Yo me remango los bajos del pantalón y las mangas de la camisa, para no ensuciarme con la podredumbre de la indiferencia de los demás.

Y mientras ellas sonríen a quemarropa, yo quisiera ir directa al corazón de quien esta noche me pille desprevenida entre los sueños. Quizá sea la única forma de olvidar por un instante que el mundo es un lugar tan inhóspito. Tal vez sea, también, la única manera de olvidarte.

Si mi escoba de volar no barre las pesadillas, los insonmios constantes y las malas horas que paso escribiendo poemas que nunca te he leído; los astros encienden la chispa de un dolor intrínseco, el recuerdo de las notas de un piano, el pelo alborotado y mi tibia desnudez acariciada por la música de tus labios.

¡Qué lindo sería que las palabras más hermosas se me aparecieran en un idioma menos punzante! Pero he sido condenada a sentir en castellano, a llorar y a reir en esta lengua impuesta en una tierra donde se muere el pasado y asistimos al impune asesinato de un pueblo. Un pueblo que intenta huir de las garras del destino, un pueblo que grita libertad por donde quiera que vaya.

Que las brujas sonrían a quemarropa, mientras yo escucho el lento devenir de los segundos en mi pecho. Y los valientes y tenaces pensamientos de la utopía se encierran en el tic-tac de este reloj que no marca las horas, sólo las victorias. Cada paso es una victoria más contra el mundo. Cada minuto que pasa, sesenta patadas en los huevos de quienes quisieran que me dejara arrastrar por la corriente del tedio.

Sueño revoluciones. Me despierto cada mañana con la sensación de seguir viva, con la impotencia constante de saber que la lucha es lenta y de que hay que perseverar, no rendirse nunca. Sueño revoluciones de puños alzados, sueño revoluciones de pueblos liberados. Que no acabe nunca este sueño, quiero vivir eternamente en él mientras viva, mientras sea necesario soñarlo y luchar por él.

Tu sais bien aussi, mon pianiste revolutionnaire, que tu me manques. 364 noches son pocas para aprender a olvidar. La tendresse de tes yeux... c'est à toi le rêve qui me caresse chaque nuit.

Perdonen el desorden, tanto tiempo sin tener tiempo para sangrar ha confundido las ideas, y las unas con las otras se han hecho el amor en este texto. El resultado es el caos, pero siempre ha habido cierto orden en mi caos.

01 junio 2009

"Intersicios"

DEIXIS EN FANTASMA - Ángel González.

Aquello.
No eso.
Ni
-mucho menos- esto.
Aquello.
Lo que está en el umbral
de mi fortuna.
Nunca llamado, nunca
esperado siquiera;
sólo presencia que no ocupa espacio,
sombra o luz fiel al borde de mí mismo
que ni el viento arrebata, ni la lluvia disuelve,
ni el sol marchita, ni la noche apaga.
Tenue cabo de brisa
que me ataba a la vida dulcemente.
Aquello
que quizá hubiese sido
posible,
que sería posible todavía
hoy o mañana si no fuese
un sueño.

24 mayo 2009

Contra-adicciones


Mes contradictions s'entassent dans ma tête. La joie de les ramasser et les faire tourner dans mes doigts, en silence et furtivement. Les faire fuir et revenir. Presque inmovile, éteinte, pendant que me yeux, ceux qui semblent ne pas regarder le monde vivant, agissent. Personne ne s'aperçoit. Il n'y a qu'un trou noir qui tourne la chair en âme. Et cette âme réjoint mes doigts, ceux qui font l'amour avec mes contradictions.
La joie d'en fuir. La fuite d'en jouir. La nudité de ma chair, la claireté nue de ma tête. C'est, enfin, ma peur qui s'entasse près de mon coeur. Elle joue avec mes doigts. J'ai vraiement peur aux sentiments.
Je ne tombe jamais amoureuse. C'est toujours la méssonge que je m'invente pour éclaircir mes contradictions. J'ai vraiement peur de la joie et des sentiments. J'ai vraiement peur de moi-même. C'est, enfin, le Je qui s'entasse près de mon coeur. La vraie raison pour laquelle je ne me laisse pas y aller, ma nudité reste avec les vêtements de ma peur...

19 abril 2009

Más Lila que nunca...

Cuando el azul se desvanece, aparece la espiral lila de la feminidad. Bloqueada la estabilidad, la tormenta roja fermenta en mi interior. Me vuelvo... quizá más yo misma. Más lila. Menos tú y, a la vez, más dentro de tí.

Cuando el azul se desvanece, aparezco yo... y una sonrisa me espera en el canto de los pájaros que amanecen con[mi]go.

Si el azul desaparece, también desaparezco yo. Y vuelvo. Y me voy... una nueva luna, un relevo sin horizonte. ¿Para qué quiero horizonte si puedo caminar hoy mirando hacia el sendero?

12 abril 2009

Realidad distorsionada

Realidad distorsionada.

Es la locura quien me abriga en este pequeño rincón que cada vez es menos azul... la estabilidad se diluye en una jarra de cerveza.

Nos sos más que un galimatías más en esta vida mía. Los besos de mentira han perdido el sabor. Ya no sé besar sin sentir...

No vivo en este mundo. No vivo en vuestro mundo. No concibo vivir de otra manera.

No sos más que un galimatías que para darse forma tiene que entender el mundo en el que ha sido etiquetado. Y en este mundo no existe nada más allá de la libertad de cada uno... que siempre es incompatible con la libertad de los demás. La libertad de los demás duele, y la propia hace daño.

Exijo la independencia interdependiente de mis emociones.

...la empatía, señoras, no es un don, es una mierda...

23 marzo 2009

Calma

Y un verso que recorre los labios infinitos de la taza del váter.

Al menos, ahora, no tengo tiempo al egoísmo furtivo de las conversaciones a oscuras de mente a corazón. O de corazón a mente, todo depende del cristal con el que se mida la distancia.

Los conceptos bailan flamenco con los pies desnudos. Y yo no me canso de bailar con ellos, con la falda de vuelo de los recuerdos. Gaseosa y antigua, de tan descolorida tan hermosa. En el mundo del eterno retorno, la levedad del ser se convierte en gesto unánime para la asamblea de los sentidos. ¡Qué alboroto! ¡Qué falta democrática! ¡Qué falta de albedrío!

...cada setecientos años florece el laurel...


19 marzo 2009

Ansiedad


Miedo.
En cada uno de mis miedos poso mi pluma.

Me caigo,
y la red que he tejido para sostenerme
ha desaparecido
en el vacío líquido de mi memoria.

Intento planear, no rozar el suelo.

El mundo del eterno retorno...

08 marzo 2009

...muy lejos aquel París.


"Dejemos el miedo al rojo a las bestias con cuernos"

La revolución se estorba a sí misma en algunos rincones, y la ansiedad rescribe el silencio.
Son los renglones vacíos.

Mi día es azul en esta esquina de la tarde. Mientras espero que en la distancia una nota se escuche, al piano de la noche, y una caricia escriba en mi espalda las huellas de su recuerdo.

El francés me parece el idioma más triste de la tierra, cuando no te tengo cerca.


PROBLEMAS DE GEOGRAFÍA PERSONAL (Luis García Montero)

Nunca sé despedirme de
ti, siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho, con un
malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a
veces, gota a gota, se convierte
en desesperación.
Nunca se despedirme
de ti, porque no soy
el viajero que cruza por la gente,
el que va de
aeropuerto en aeropuerto
o el que mira los coches, en dirección contraria,
corriendo a la ciudad
en la que acabas de quedarte.
Nunca sé
despedirme, porque soy
un ciego que tantea por el túnel
de tu mano y tus
labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los
malentendidos
y con esas palabras
que no saben pronunciar.
Extrañado
de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe
inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada.

06 marzo 2009

Sentimiento

Etreinte, Picasso.
Sentido. Sentir. Sentimiento.

Puedo hablar varios idiomas, pero parto de una sola lengua. Y con ella te describo, por todos los rincones. Suave. Tranquilo. A veces me expreso con caricias fonéticas, como tu nombre enredando al mío.

En la distancia, escribo los sueños para acelerar con versos el reloj, latidos de piel dormida, que vuela, cada noche, esperando, locura atenta, perderse, de nuevo, en las notas desnudas de un piano.

Sus manos, por cada huella un sinsentido. Sensible.

Mi sensibilidad se resabla en una lágrima, y despierta. El corazón se vuelve mudo, de vuelta a la (in)diferencia, como una rosa azul en el desierto de su olvido. Y el mundo se vuelve corazón...

04 marzo 2009

Un pequeño inciso mundo.

Una aclaratoria especulativa sobre este cuchitril de azul lila: por aquí recorrerán algunos poetas sus sueños. Cuando digo poeta, digo persona que genera belleza. Cuando digo belleza, digo algo que celebra libertad.

Este nuevo mundo es un deslinde espacial cibernético. Aquí vale todo. Y cuando digo todo, digo sólo aquello que genere un sentimiento. El sentimiento que sea. Algunas veces, incluso, sentimiento significará negación. 

Una nota universal, desnuda en el desaliñado colchón de la melancolía, las cucarachas rondan los espejos. Y mi espejo es ciego.
"Conservación de los recuerdos" Historias de cronopios y famas. Julio Cortázar.

Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank Sinatra".

Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones". Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras que en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempres de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.

03 marzo 2009

Inauguración de altos vuelos



NO SE ME IMPORTA UN PITO...

No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de sorportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando. 


OLIVERIO GIRONDO