09 febrero 2014

Conozco...



Conozco de memoria cada rincón de tu cuerpo, sin haberlo tocado. Me sé cada una de las líneas de tu espalda, el hipnótico movimiento de tus caderas, la curva perfecta de tus nalgas. Conozco cada uno de los escalofríos que despierta en mí el roce de tu aliento en mi cuello, tus manos rozando delicadamente mi cintura. 

Conozco de memoria cada rincón de tu cuerpo, sin haberlo tocado, porque yo fui quien te inventó para ahuyentar la soledad de mis sueños. Apareciste antes de ser. Fuiste antes de aparecer. Y me tienes presa en la comisura de tus labios. Eres el látigo que me mantiene despierta en el insomne pasear del placer que practico cada noche, siempre llegas puntual a nuestra cita.

Conozco de memoria cada rincón de tu cuerpo, sin haberlo tocado. Quiero que me condenes a tu presencia de pluma. Átame a tu mirada y a la cama. Latígame con suavidad y perversión. Castígame, castígame para que me abandone en el reflejo de tus pupilas castañas. Déjame morderte y acariciarte cada parte de tu piel, hacer un mapa de constelaciones con cada uno de tus lunares.

Conozco de memoria cada rincón de tu cuerpo, sin haberlo tocado...

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