16 noviembre 2013

Así me siento...


Así me siento, difuminada y confusa, como a la espera de que pase un tren que nunca llega.

Como este invierno que llegó sin llamar a la puerta, sin susurrar al oído las brisas del otoño, sin sus colores cálidos que anuncian el frío y el recogimiento.

Como una tarde de noviembre sin reloj ni calendario, en una ciudad cualquiera del Mediterráneo, echando de menos las playas agitadas de un Cantábrico traicionero. 

Como la vida que pasa sin darnos cuenta, sin echar el freno, sin saborear siquiera los minutos en los que una caricia es nuestra última frontera, y el olor de un perfume ajeno se nos cuela en el olfato y amenaza con tirar todos tus muros abajo. 

Así me siento: difuminada, confusa, destemplada, atemporizada y acelerada...

2 comentarios:

  1. Destemplados, nostálgicos y algo difuminados estamos todos cuando llega el invierno. Aunque a mí me encanta el frío, es verdad que esta vez ha llegado de repente, un poco a traición.

    Piensa que la vida pasa taaan rápido que enseguida vuelve la primavera y se va el frío. Todo lo malo tiene su parte menos mala :P

    Besines!

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  2. Sí que ha llegado sin avisar, con lo que a mí me gusta el otoño... :)
    Un abrazote, Rober!

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